AbuelaElsa maestra de maestras
Hoy termina su ciclo en la tierra la AbuelaElsa, la están esperando
su interpretes en el más allá, Mauri, Gustavo, su hijo Alberto, su mamá y el
amor de su vida Il Vecchio. Esto nos tranquiliza, aunque estamos muy tristes y
nos sentimos muy, muy solos.
Las personas pueden tener una vida larga o corta, eso es relativo,
pues al final el tiempo son solo minutos, horas y años, mediciones inventadas.
La vida de la abuelaElsa es una vida larga en tiempo, pero también en emociones
y experiencias.
Con Mauri
La súper suegra, pronto para ayudar, siempre veía lo
positivo en las nueras, o al menos, eso era lo que nos transmitía y claro, nos
defendía. Una gran abuela, por eso los nietos la adoran, comprensiva, divertida….la
veo correr por la calle Gutiérrez en Año Nuevo, con unos palitos con esponjas
de aluminio enrolladas prendidos fuego que ella decía eran luces de Navidad ¡Los
niños encantados corriendo atrás! ¡Cómo igualarla!
Mirando un partido de fútbol en la compu
La morocha es una gran esposa y compañera, los ojos de
Egidio así lo expresaban, amor eterno y de los que se sienten en el aire y
vibran en energía y pasión. También, en los negocios, una gran vendedora,
recuerdo su cara picarona y orgullosa, cuando vendía un camión de baldosas a un
muy buen precio, no se iba a equivocar en los números, ¡nunca!, ¡esta Negra es una
campeona!
En su haber quedó lo de ser maestra o enfermera, ¡le hubiera
encantado!, pero dejó el Liceo en 3ro, con gran desencanto de las profesoras,
que le aconsejaban que no hiciera eso. Pero decidió casarse por amor y su vida
se aceleró en experiencias. Supongo, que el divorcio, en aquellos años, era un
estigma difícil de superar, ella siguió con la cabeza en alto.
Entonces, con mucho trabajo sacó adelante su familia y unos años después se
casó con Il Vecchio, su gran amor y allí entramos nosotros a ser parte de esta
maravillosa historia.
Lo que hace un maestro a una persona es como enfrenta los
desafíos y los supera o los acepta; en esto La Morocha es una gran maestra.
Como ayudó a Mauri en el Hospital es absolutamente entrañable. Tengo miles de
recuerdos de su valentía, 9 horas en la sala de espera del Hospital SXXl en
México, donde, ella con su rosario y yo con Tus Zonas Mágicas de Dyer,
esperábamos el resultado de la operación.
También, recuerdo a la Abuela llegando al Hospital, justo en
el momento en el que Mauri tuvo una situación de emergencia, el dolor de sus
ojos es indescriptible. Pero nada la detenía, valiente, adaptándose a todas las
situaciones y entendiendo todo con realismo. Solo se quebró una vez, en que se
desquitó con sus santos, pero al otro día estaba allí, con Mauri, sonriente y decidida.
Con 80 y tantos años, no cualquiera se toma un metro o un pesero (ómnibus) en
la segunda ciudad más grande del mundo, si no es oriundo de ella.
Tampoco, entrarían a un Hospital, ¡comida escondida en un
paraguas! Mauri feliz, ¡cómo disfrutaba esas visitas! La manualidad y
creatividad es otra de las permanencias de la abuela, ahora me abrigo con un
chall lindísimo que tejió en dos días; las trenzas y los peinados, ¡qué
maravilla! la última vez que estuvo le hizo un peinado a una de las maestras de
la escuela para una boda, ¡una genia! ¡En los cumpleaños, describirlo sería interminable!
Adaptarse a situaciones diferentes es lo que hace a las
personas trascender. Así, enfrentar la vida sola después de la muerte del
compañero y salir adelante; superara la muerte de dos nietos y un hijo y seguir
sonriendo; comprender el exilio, subirse a un avión sin miedo y atravesar el
continente; tener Skype y Facebook a los 80; relacionarse con personas de
diferentes países, edades y condiciones. Todo esto, creo que es mucho más que
plantar un árbol (que lo hizo) y escribir un libro. No hay asignaturas
pendientes AbuelaElsa, maestra de la vida y, ¡de las mejores!
Elegante en el avión (ida al baño)
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