A veces nos encontramos atrapados en el eterno ciclo de días y noches que pasan frente a nosotros, pareciendo ser solamente el trasfondo de nuestras atareadas vidas. En muchos casos, esta situación resulta devastadora para nuestra sensación de vitalidad e incluso, para nuestra percepción y aceptación de la realidad. Pero no solo la mente se frustra de ese hábito, sino que también, doliendo aquí y allá, el cuerpo puede distraer nuestra atención y resultar molesto, creando, a veces, una tendencia emocional hacia el enojo, el miedo, la tristeza o, quizás, simplemente cansancio. Esto no es necesario. Hablemos en los términos de los principios naturales, precisamente de la ley de causa y efecto; de lo que decidas hacer, puedes prever un resultado lógico, y llevada a cabo tu decisión correctamente, disfrutaras de sus frutos, sean estos sabrosos o venenosos. El yoga es una práctica que crea una tregua ante el desorden de nuestras agitadas vidas diarias. Se basa en el equilibrio interno, la ...